viernes, 20 de septiembre de 2013

Maltrato y crueldad animal

Un problema con muchas aristas


La crueldad y el maltrato animal es moneda corriente. Es habitual ver u oír sobre diferentes tipos de abusos a animales. Los hay de todo tipo, desde el maltrato personal o individual, el colectivo o generalizado y el institucionalizado, por llamarlo de alguna forma. Todos, en sus diversas variantes, tienen un denominador común, el desapego a una vida y la violación de sus principios básicos, y ninguno, escapa a la condena que una sociedad libre justa y soberana debe hacerle. Ahora bien, ¿es posible revertir este paradigma? Es una pregunta que puede  tener varias respuestas posibles y esto es según desde donde se mire o se encare el problema. 

Existen hoy a lo largo y a lo ancho del planeta infinidad de tradiciones en las cuales los animales son víctima de tortura, sufrimiento y muerte. Existen también un gran cantidad de animales que son ultrajados y eviscerados en pos de la ciencia y existen otros, que son la gran mayoría, que pasan a ser parte de la cadena alimenticia y de la moda del ser humano y entran en el perverso mecanismo del consumo masivo.

El maltrato "per se", es decir aquel que es ejecutado por alguna persona, ya sea por odio, diversión o ignorancia, es otro de los tipos de violencia animal, pero lo voy a dejar afuera, por ahora de este artículo, por considerar sus causas, a raíces que tienen que ver con otras cuestiones inherentes a la personalidad del agresor o maltratador y ahí ya entramos en el terreno de la psicología, lugar donde por el momento, no me quiero meter. Me voy a centrar en los tres que nombre anteriormente para analizar cuales de ellos es quizá, el primero de los paradigmas que podemos empezar a cambiar.

Según el diccionario la palabra tradición viene del latín traditio, y es el conjunto de bienes culturales que se transmite de generación en generación dentro de una comunidad. Se trata de aquellas costumbres y manifestaciones que cada sociedad considera valiosas y las mantiene para que sean aprendidas por las nuevas generaciones, como parte indispensable del legado cultural.  Una importante porción del abuso y maltrato animal esta anquilosado aquí, en las tradiciones, sobre todo Europeas y que después se trasladaron a América con la conquista. La tauromaquia, la matanza de Delfines en las costas Escocesas como ritual de iniciaron de jóvenes que llegan a la mayoría de edad, el encierro de toros en Pamplona, España, la jinetada, la caza de zorros en Inglaterra y  el rodeo de caballos y toros en América del Norte y del Sur, son algunas de las tradiciones que aún hoy perduran.Todas, están cimentadas en antiguas practicas medievales o anteriores y se basan en el viejo concepto de que todo animal era visto como bestia de carga e inferior al ser humano, y como tal, podía ser abusado a gusto y placer de cualquier persona que tuviera dominio sobre el animal, pues ese comportamiento, hoy repudiable, no era en absoluto mal visto por aquellos tiempos.

Hoy,  muchos países como los que mencione, en especial España, Escocia, México, Ecuador y Colombia, continúan utilizando esas antiguas tradiciones argumentando que se trata de entretenimiento masivo y cultural que hace a su idiosincrasia. En la mayoría, la tendencia de ciertos grupos y personajes es ir en contra del paradigma para intentar torcerlo y reemplazarlo por uno nuevo. Siempre que un paradigma cae otro entra en su lugar.Todavía existe bastante reticencia a los cambios y están llevando tiempo, pero creo, que el punto de la tradiciones sea quizá el mas fácil para vencer, puesto que hay mayor concientización social respecto de rol que los animales tienen hoy dentro de un esquema social y gregario.

El siguiente punto es el que tiene relación directa con la ciencia y el progreso y ahí la cosa se pone mas espesa porque inmediatamente surge una pregunta altamente polémica ¿quien se puede negar a que la ciencia avance en beneficio de millones de seres humanos y en detrimento de unos pocos animales? Lo mas probable es que la mayoría ponga el progreso por delante, sobre todo aquellas experimentaciones que tienen que ver con avances en la cura de enfermedades como el cáncer, la esclerosis lateral amiotrófica o la progeria, por poner algunas dolencias humanas. Entonces el dilema ético se abre en dos direcciones, los que apoyan el avance científico a cualquier precio y los que consideran el bienestar de los animales por sobre el desarrollo de la ciencia. Aspecto este difícil de  dar  vuelta. ¿Si se dejaran de usar animales quienes serían los conejillos de laboratorio? ¿Nosotros los humanos? Imposible. Cualquier comisión de ética profesional le caería encima al científico terminando con su carrera en tan solo segundos.Aquí se impone un cambio de mentalidad que vaya acompañado de otros procesos de experimentación, que por ahora no existen. Quizá en un futuro  no tan lejano, cuando se logre generar masivamente órganos o vida artificial, los animales puedan dejar de ser objetos de laboratorio.

Por último, está el maltrato animal destinado al consumo humano y este es uno los paradigmas mas difíciles de cambiar. La industria del consumo de carnes y derivados de animales aumenta casi en la misma proporción que millones de personas en el mundo se mueren de hambre. Esta singular paradoja hace que la ecuación sea complicada de resolver. Los recursos de alimentos a nivel mundial parecen estar destinados a quienes pueden pagarlo, pero además, no existen programas alternativos de educación sobre el beneficio de consumir verduras, hortalizas, cereales y frutos. Las carnes y sus derivados están en la pirámide la cadena alimenticia. La pregunta es ¿que hacer? La respuesta esté quizá en una contracultura de la alimentación, en un proceso de concientización, que puede venir del veganismo u otros, pero que debe luchar contra una industria extremadamente poderosa, contra grandes mafias organizadas y contra un cambio en el paladar de muchos que no pueden vivir sin su porción diaria de carne. En este punto mi escepticismo es muy alto y dudo, aunque me duela decirlo, que se pueda voltear el paradigma.

Dentro de este punto están las muertes de animales para la industria de la moda. Y aquí si que uno debe ser enfático en esto.Es inadmisible hoy, que aun existan personas que inviertan su dinero y disfruten el uso de abrigos de pieles naturales o de carteras fabricadas con cuero de cocodrilo o serpiente o de objetos confeccionados con marfil. Existen una gran cantidad de alternativas en la fabricación de estos artículos suntuosos que pueden evitar la matanza de Zorros, Armiños, Nutrias, Elefantes y otro animales, por lo que esta práctica es a mi entender, una de las mas condenable.


¿Hay una esperanza? ¿Se podrá poner fin alguna vez al abuso, maltrato y muerte de animales? y mi respuesta es, difícil. Se podrá mejorar en algunos aspectos, insistiendo en la abolición de las viejas tradiciones que tienen a animales como parte de su referencia cultural o étnica. Invirtiendo esfuerzo y dinero en campañas que demuestren que un abrigo de piel no vale la vida de ningún zorro plateado. Articulando mecanismos en los controles de Gobierno que regulen la sanidad animal para que estos no sean maltratados y tratados cruelmente como sucede en casi todos lo casos relacionados con el consumo de carnes y derivados. Empezando a practicar más la idea de que los animales deben estar en estado libre y salvaje y no encerrados en zoológicos o acuarios. Castigando con cárcel a quienes comercian ilegalmente con animales, matan o maltratan por sadismo o diversión  y utilizar  recursos económicos en la búsqueda de nuevas formas para la experimentación científica que tienda a minimizar y posteriormente erradicar el uso de animales.

Ojala llegue ese día y pueda verlo. Aqui algunos links donde poder colaborar con la causa.
https://www.facebook.com/YoAmoYDefiendoALosAnimales?ref=stream&hc_location=stream
https://www.facebook.com/StopVivisection?fref=ts
https://www.facebook.com/IgualdadAnimal?hc_location=stream

sábado, 7 de septiembre de 2013

La guerra y sus intérpretes

Nacidos para matar

La situación en medio oriente es un polvorín a punto de estallar. La supuesta masacre  ocurrida en Siria con gas Sarín por parte del presidente Bashar al- Assad puede ser el detonador que lo haga explotar. Como en toda guerra que termina en un conflicto generalizado, siempre existe una causa, justa  o no, que se trasforma en la excusa del ataque, la invasión o el bloqueo. 

El señor Obama, en un acto propio de esa Nación, y haciendo gala de la arrogancia que siempre ha caracterizado a los presidentes de Estados Unidos, pretende invadir a Siria. Quiere ser el adalid de un pueblo amante de las guerras y las armas, que lo obliga a una suerte de "justicia personal" en pos del bien de la humanidad.  Su racionalidad, si es que la tiene, se ve opacada por las fuerzas superiores que dominan su país, y que no le dejan otra alternativa que la de actuar en consecuencia. No es una una cuestión de hombres, es una cuestión de genes. Estados Unidos es una nación concebida genéticamente bajo un sistema de dominación, en donde la guerra es parte su propia naturaleza. Los hombres que pasan por la Casa Blanca no son otra cosa que engranajes de un sistema económico, social y político que vive de entrometerse en otros países, que lucra con las ventajas de estar siempre en un constante estado belicoso. La idea de "salvadores del mundo" no es mas que una triste máscara, en la que se esconde un oscuro mandato. Hacer la guerra esta escrito desde su fundación como Nación. Ningún presidente de Estados Unidos, por mas Nobel de la Paz que tenga puede escaparle a ese inexorable destino. Esta mas allá de sus propias iniciativas, de sus ideas sobre el bien de la humanidad. Deben cumplir las ordenes, son títeres manejados por otros, que quizá nunca conozcamos o si... ¿banqueros, empresarios poderosos, traficantes de armas?

Las consecuencias de una masacre a inocentes con gas Sarín por parte del gobierno Sirio y una respuesta de los Estados Unidos mediante una invasión a ese país, pueden ser graves para el planeta. Las posibilidades que se desate una tercera guerra mundial son muy altas. Lamentablemente el mundo se mueve en esta sintonía de locura. Habrá que ver si la razón prima sobre esas fuerzas oscuras y logran torcer los designios ya establecidos, si eso no sucede... que Dios nos ayude.