jueves, 15 de julio de 2010

Mundial de Sudáfrica 2010

La furia roja se alzo con la copa

Después de más de treinta días finalizó el mundial de fútbol Sudáfrica 2010 que coronó campeón al seleecionado español. La furia roja, con un estilo de juego y una identidad indiscutible pero sin brillar demasiado, logro su primera copa del mundo y entro en la lista de los ocho países que hasta ahora se han ido pasando el dorado trofeo durante  los últimos ochenta años.

Luego de un comienzo con traspié al perder frente a Suiza por un tanto contra cero, la selección comandada por Vicente Del Bosque comenzó un proceso de recuperación futbolística que la llevo a disputar la final de la copa del mundo 2010 y a lograr el campeonato ante el seleccionado Holandés.

Hay que decir que si bien España es el justo campeón, no le sobro nada, cada partido que le toco disputar consiguió los resultados  con más empuje y buen juego asociado que con goles. La mayoría de los partidos los gano por la mínima diferencia, incluso el que lo llevo al primer lugar en el podio. La gran calidad futbolística de la mayoría de sus jugadores y sus ansias de alzarse con la copa, hicieron que el combinado español entrara en la historia de los grandes seleccionados de fútbol.

En un partido muy disputado y extremadamente duro, donde Holanda busco constantenmente cortar el circuito creativo del medio campo, que comandaban Iniesta, Xavi Hernández y Xavi Alonso, con la infracción brusca, violenta, artera y desleal, España supo hacer su juego y nunca perdio la calma, lo cual le rindió  merecidos frutos cuando en el tiempo del suplementario Iniesta, el mejor jugador del equipo, puso el uno a cero definitivo y consagratorio.

Lo de Holanda ya es sabido, esta es la tercera final que pierde y seguramente tendrá que trabajar mucho para volver a enamorar como aquella naranja mecánica del 74 y 78. 
Por último, no quiero dejar pasar por alto la efectividad del pulpo Paul, quien termino acertando los dos resultados de la final, asombrando a  muchos y cotizándose en más de treinta mil euros. Cosa de no creer.

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