La minería a cielo abierto

Una herida en nuestra tierra

La minería a cielo abierto, en especial la que busca oro, es un verdadero problema para los países y su medio ambiente. Los ecosistemas que rodean a la explotación minera se ven gravemente dañados por la utilización de cianuro, un químico altamente tóxico, el cual es derramado por estas empresas foráneas a los vertederos de los ríos, los cuales terminan siendo contaminados, lo mismo que el suelo y las napas subterráneas. Existe otro agravante, que es la destrucción de los glaciares, principales reservoreos de agua dulce del mundo.

En nuestro país tenemos actualmente dos provincias que están en puja con los habitantes de las localidades que rodean a las empresas mineras, San Juan y La Rioja. En ambos casos los mas de 500 glaciares existentes, corren el riesgo de desaparecer bajo el salvaje arrecio de las excavadoras y las detonaciones con TNT y con ellos, el tan necesitado suministro de agua potable.

La empresas responsables de llevarse el dorado mineral de nuestras montañas, no solo contaminan la tierra y los ríos, rompen el paisaje prístino de nuestras sierras y montañas, sino que además les "chupa un huevo", y perdón que lo diga de esta forma tan vulgar, si la gente se queda sin el vital liquido elemento, total, por ahora, no es su negocio.

La otra parte de este delicado conflicto a resolver, son los gobiernos, tanto Nacional como Provinciales, que también hacen su negocio, o negociado, al cederles de manera inescrupulosa e irresponsable el manejo de nuestra maravillosa geografía y nuestros recursos naturales, como si ellos fueran gobernantes de Burkina Fasso. Les cabe realmente el mote de "traidores a la patria", "vende patrias", "entregadores" y otros tantos epítetos de similares características. Es de extrañar que un Gobierno como es el de Cristina Fernández, que se vanagloria en el repetitivo discurso de recuperar y respetar la soberanía nacional, en este caso, haga la vista para otro lado y deje que tanto José Luis Gioja como Luis Beder Herrera, dispongan de nuestro patrimonio ecológico a su antojo y en su provecho.

Los señores Diputados y Senadores Nacionales, lograron después de mas de 2 años de que fuera vetada por la presidenta, promulgar la ley Nº 26.639 de protección a los Glaciares, la cual exige a las compañías mineras, en este caso a Barrick Gold y Osisko Mining Corporation, a que hagan un inventario de los glaciares que se encuentran en la zona de explotación, a los fines de que estos puedan ser preservados. Nada de eso ha sucedido. ¿Y la ley? Bien gracias...

Por suerte están las personas que quieren a su país, a su región y están dispuestos a todo para evitar que las mineras avancen sobre nuestros bienes naturales. Pese a que les moleste a muchos políticos, el pueblo soberano esta firme al pie de cada montaña, de cada glaciar y al grito de "el Famatina no se toca" y "el agua vale mas que el oro" va luchar para preservar la ecología.